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Simpatía

Una de las cualidades que un buen líder y un buen empleado deben procurar es la simpatía.

Esta debe diferenciarse de la empatía, pues la simpatía consiste en reconocer las dificultades de los demás y proveer apoyo; mientras que la empatía va más allá, significa entender lo que sucede a los demás e incluso ponerse en su lugar.

En este artículo profundizaremos en la simpatía estableciendo qué es, cómo se refleja en un buen líder y cómo procurarla en la vida cotidiana.

¿Qué es la simpatía?

La simpatía se refiere al descubrimiento y reconocimiento de las emociones y sentimientos de los demás.

Su base reside en la comprensión y aceptación de que cada individuo percibe la realidad de manera diferente. La simpatía es una manera de ser que provoca una actitud afectiva hacia los demás; asimismo, crea un acercamiento y preocupación hacia los otros.

Razones para ser simpático

Al ser simpático con las personas se genera un sentimiento de cercanía y calidez humana, lo cual crea confianza, compañerismo y agradecimiento. Todas estás características son favorables al momento de trabajar con otras personas, sobre todo porque fomentan un buen ambiente de trabajo. 

Al ser simpático con los demás, un líder no solo generará buenas relaciones con su equipo, sino que también fortalecerá el compromiso de su equipo con los demás y con el trabajo. Un líder simpático será una excelente opción para dirigir un equipo, pues creará apertura para nuevas ideas, encontrar soluciones y disfrutar del día a día. 

Características

Un líder simpático tiene excelentes habilidades comunicativas. Cuando comparte sus ideas las presenta de una manera lógica y ordenada, pero también de manera interesante, agradable e incluso divertida. Al mismo tiempo, es bueno escuchando a los demás y recordando pláticas anteriores.

Aquello que un líder simpático transmite por medio de su personalidad es positividad, relajamiento, alegría y confianza. Normalmente, se trata de personas que sonríen constantemente y que son seguras de sí mismas. 

Otra característica de los líderes de esta clase es que son de mente abierta, tratan de no juzgar a los demás por sus acciones, pensamientos o formas de ver la vida. Son personas capaces de comprender y aceptar diferentes modos de pensar. 

Frecuentemente, las personas simpáticas son también carismáticas, muy sociables y buenas creando lazos personales con los demás. Aunque es verdad que las personas introvertidas también pueden ser simpáticas, es más común encontrar personas extrovertidas con esta cualidad. 

Ser simpático significa entender los sentimientos, pensamientos e ideas de los demás, así que no hay mejor manera de desarrollarla que escuchando a los demás. Por ello, el primer paso para ser simpático es mejorar las estrategias de comunicación. Específicamente implementando buenas prácticas de escucha activa.

Aprender a escuchar a los demás no es una tarea sencilla. Se requiere interés, calma y una actitud de apertura.

Para conseguirlo, al momento de hablar con una persona dale el tiempo necesario para que exprese sus pensamientos, escúchala entendiendo lo que intentan comunicar, realiza preguntas para comprender mejor sus motivaciones y si tienes alguna duda haz preguntas para saber si comprendes el mensaje correctamente. 

Al escuchar a otras personas es importante eliminar otras distracciones como el celular, la computadora o cualquier artefacto que impida mantener la atención en la persona que está hablando. Además, es recomendable mirar a la otra persona a los ojos, de manera natural. 

Estas son las características que se reflejan en una persona con simpatía.

¿Cómo se refleja en un buen líder?

Se sabe que un líder experimenta simpatía por los miembros de su equipo cuando se le puede describir como una persona comprensiva, con buena disposición, agradable y, lo más importante, con facilidad para resolver problemas.

Al mismo tiempo, un líder con simpatía sabe escuchar las necesidades y deseos de las personas a su alrededor.

Un líder que desarrolla la simpatía es una persona de mente abierta que no teme al cambio ni a las opiniones de los demás. Ser simpático con los socios y empleados deriva en un buen ambiente de trabajo, fortalece la productividad de los colaboradores y asegura una buena comunicación.

Además, la simpatía tiene como consecuencia la confianza de los demás para con el líder, la cordialidad entre los miembros del equipo y, sobre todo, permite negociar mejor con los clientes y obtener tratos que beneficien a ambas partes.

Un líder simpático hace que los demás se sientan acompañados y respaldados a la hora de realizar sus tareas y es solidario con los demás tanto en los éxitos como en las derrotas.

¿Cómo aplicar la simpatía en la vida diaria?

Para ser más simpático es recomendable:

  • Ser detallista respecto a la vida de los demás, por ejemplo, recordar su cumpleaños y tener en mente las conversaciones pasadas
  • Intentar ser positivos ante las dificultades, pensar “fuera de la caja” para resolver los problemas
  • Cuidar las palabras con las que se refiere a los demás, utilizando palabras políticamente correctas
  • Ser honesto todo el tiempo y mostrar los desacuerdos de manera amigable
  • Cuidar el lenguaje no verbal, mirar a los ojos a los demás e intentar sonreír
  • Mantener el sentido del humor, incluso en los momentos de mayor estrés
  • Tratar a todas las personas por igual, sin importar su cercanía o parecido con nosotros mismos

Finalmente, recuerda que la simpatía es el primer paso para lograr la empatía, pues antes de “ponerse en los zapatos del otro” es importante identificar y reconocer el lugar en el que el otro se encuentra.

¿Qué es lo opuesto a ser simpático?

La antipatía es el opuesto a la simpatía. Se caracteriza por el sentimiento de rechazo o desagrado hacia cierta persona. La persona rechazada tiene actitudes desagradables hacia los demás por las cuales no es aceptada dentro de un grupo. Por ejemplo, puede tratarse de alguien pedante, presumido, poco cortés y con pocas habilidades sociales. 

En específico, trabajar con un líder antipático es muy complicado, pues se genera una barrera que impide generar confianza con los miembros de su equipo. Los líderes antipáticos suelen ser pesimistas, desagradables e incluso pueden ser agresivos. 

La manera de trabajo y actitudes de los líderes antipáticos generan mucha pesadez y complicaciones para generar un buen ambiente de trabajo. Por si fuera poco, este tipo de líderes es percibido como personas juiciosas. Dicha percepción dificulta la comunicación, la creatividad, el compañerismo y el gusto hacia el trabajo. 

Obstáculos de la vida diaria para desarrollar la simpatía

Hoy en día se pueden encontrar varios obstáculos para ser simpáticos, por ejemplo:

  • Las distracciones. Muchas veces la tecnología juega a nuestro favor, pero cuando se trata de escuchar activamente a otras personas esta puede ser un obstáculo. Constantemente recibimos mensajes, correos electrónicos y todo tipo de alertas que al momento de escuchar a los demás resultan una distracción. 
  • La carga de trabajo. En las grandes y pequeñas compañías cada integrante de un equipo, sin importar si es el líder o no, cuenta con una gran carga de trabajo. Esto se traduce en muchos pendientes y varias tareas que manejar al mismo tiempo. Dichos compromisos suelen ser un obstáculo para la simpatía, pues disminuyen el nivel de atención y tiempo que tenemos para los demás. 
  • La rapidez en el mundo empresarial. Los tiempos que el mundo empresarial requiere son cada vez más cortos. Se espera que los líderes tomen decisiones casi inmediatamente y que el tiempo dedicado al diálogo, al análisis y a la convivencia sea cada vez menor. 
  • El sistema de valores predominante. En muchas culturas, el sistema de valores predominante enaltece el egoísmo, el individualismo y los logros individuales. Las mayores recompensas son para las personas y no para los equipos. Por lo anterior, los líderes se centran en brillar ellos mismos y no en el crecimiento y éxito de un equipo. 
  • Competitividad. En muchos lugares de trabajo existe un nivel muy alto de competitividad, lo cual hace propicio ver a los demás como enemigos. La simpatía requiere confianza, compañerismo y solidaridad, lo cual se complica en ambientes muy competitivos. 

Johan Cruyff: líder con simpatía

Johan Cruyff fue un jugador y entrenador de fútbol. Nació en Amsterdam en 1947 y desde pequeño amó el fútbol, por lo que a los 10 años comenzó a entrenar para el Ajax de Amsterdam.

Sus habilidades y su pasión por este deporte eran admirables y estas se materializaron en los seis títulos y tres copas que obtuvo con dicho club. 

Desde 1973, Johan Cruyff comenzó a jugar para el Barcelona y en tan solo un año ayudó a su equipo a ganar una copa. Durante su carrera, Cruyff recibió muchísimos títulos, por ejemplo, fue el mejor futbolista de Europa en tres años consecutivos. 

Su edad no le impidió seguir en el medio futbolístico. Cuando tuvo que retirarse como jugador comenzó una exitosa carrera como entrenador. Su carrera como futbolista, su liderazgo, simpatía y pasión por el deporte hizo que jugadores más jóvenes confiaran en él, lo que llevó al Ajax a miles de victorias. 

La época en que Johan Cruyff fue entrenador se destacó por sus inteligentes estrategias ofensivas. De hecho, su conocimiento sobre este deporte lo llevó a fundar una Universidad, en la que se enseña gestión y administración de equipos deportivos. 

Hoy en día, Cruyff se reconoce como una de las personas más influyentes del fútbol. Es recordado no solo por su sorprendente carrera como futbolista, sino también por las tácticas que implementó al momento de dirigir partidos. 

Recomendaciones para profundizar: libros y expertos

Secretos para ganarte el respeto y la admiración de los demás escrito por James Brion. Es un texto donde el autor habla de las características de las personas simpáticas, aquellas que funcionan como un imán para los demás y que logran influenciar a grandes cantidades de personas. Otro tema que James Brion aborda en este libro es el poder de decir que no y cómo esta acción resulta muy necesaria para priorizar y alcanzar las metas. 

Lideres de verdad. Compromiso y valores de Aguilar Martínez. Este manual es de gran ayuda para todas las personas interesadas en formarse como líderes. El autor explica paso a paso qué valores son indispensables para alcanzar el éxito siendo un líder. A lo largo de las páginas Aguilar Martínez argumenta que los mejores líderes son aquellos con una personalidad irresistible, simpáticos, motivadores, capaces y efectivos. Este libro ha sido ganador de varios premios en Panamá y Latinoamérica.