Visión

Uno de los elementos fundamentales para ser un buen líder que es, de hecho, uno de los más mencionados en los temas de liderazgo es la visión.

Muchos conocedores del tema piensan que sin visión no hay liderazgo. Por eso, a continuación te diremos qué es, cómo saber si un líder tiene visión y qué pequeñas acciones se pueden hacer para desarrollar esta cualidad.

¿Qué es visión?

La visión es cuando el líder establece una imagen o escenario sobre el futuro que desea para su equipo de trabajo. Dicha imagen es importante porque ayuda tanto a él mismo como a los empleados a saber las metas y la orientación de la empresa. Además, la visión es el paradigma o ideal que brinda sentido y significado al quehacer de los empleados, establece un futuro claro y optimista y, al mismo tiempo, proyecta los deseos, valores y emociones del líder y su empresa.

En otras palabras, la visión de un líder responde a las preguntas: ¿dónde quiero estar en el futuro?, ¿hacia dónde me dirijo? y ¿qué quiero lograr?

¿Cuál es el opuesto a la visión?

Lo opuesto a ser un líder visionario es tener falta de visión. Esto significa ser un líder que no ve las necesidades a largo plazo, tanto en las necesidades de la compañía como en las necesidades de los colaboradores. 

Un líder con falta de visión no tiene un plan de acción para los siguientes meses o años y lo más complicado es que no tiene una meta clara a la cual aspirar. Un líder con falta de visión se entusiasma con muchas de las ideas que le presentan y pocas veces es capaz de pensar en un plan que le permita guiar a su empresa hacia el éxito. 

Además, un líder no visionario suele ser reactivo y no propositivo. Es decir, reacciona a las situaciones u obstáculos que se le presentan y toma o aprovecha las oportunidades que le llegan, pero no crea su camino propio ni dirige a los demás hacia una meta compartida.

¿Cómo se refleja en un buen líder?

Se sabe que un líder tiene visión cuando dice claramente a sus empleados qué tareas deben realizar y qué resultados espera que ellos obtengan. Además, sabe elegir a los clientes, productos, competencias y colaboradores que le ayuden a alcanzar la meta establecida.

Asimismo, un buen líder tiene esta cualidad cuando sabe en qué posición del mercado se encuentra su empresa y hace todo lo necesario para que ésta mejore y se mueva hacia donde ha planeado. Más que nada, la visión de un líder le orienta para saber hacia dónde dirigir a su equipo y de qué manera hacer los cambios en su empresa.

Una de las ventajas de ser un líder con visión es que los empleados se sienten seguros de que el líder los guía hacia una meta específica y saben que éste no improvisa en cada decisión que toma. De esta manera, los colaboradores y miembros del equipo participan de forma activa en la empresa y se comprometen a realizar sus tareas de la mejor manera.

Los líderes con visión están enfocados en el futuro y en las metas que quieren alcanzar. Se trata de personas suficientemente idealistas como para imaginar grandes avances para el futuro. Al mismo tiempo, son realistas pues establecen planes para concretar sus ideas.

Los líderes con visión son creativos, no se limitan por las situaciones existentes o por los recursos que cuentan, son ingeniosos y saben cómo reunir los recursos necesarios para alcanzar sus propósitos. 

A este tipo de líderes le gusta reunirse con personas que tengan grandes aspiraciones y que quieran trabajar en equipo. Un líder con visión gusta de dialogar y discutir sus ideas y planes con los demás, pues desea contar con el mejor plan posible. 

Otra de las características de los líderes que cuentan con visión es que son flexibles. Saben cómo entender las situaciones que están sucediendo y tienen mucha facilidad para predecir las consecuencias que estas pueden tener en sus planes.

Por eso, los líderes con visión saben cómo ir transformando sus acciones con el fin de que las situaciones exteriores no sean un impedimento para alcanzar sus objetivos. 

Nick Woodman, un líder visionario

Nicholas Woodman es un líder visionario famoso por ser el creador de la GoPro, la cámara favorita de todos los deportistas y turistas de aventura. Él nació en California y estudió Artes en San Diego. Desde joven le gustaba surfear y muchas veces ha dicho que es su verdadera pasión, incluso eligió la Universidad de San Diego por su cercanía con el mar. 

Al terminar la universidad, Woodman comenzó una startup llamada Empowerall. Su empresa se dedicaba a vender electrónicos muy baratos. Esta empresa no fue exitosa, así que abandonó su idea y decidió fundar Funbug. En esta ocasión intentó tener presencia en el mundo del marketing, pero tampoco lo logró. 

En el 2002, Nick Woodman viajó a Australia para hacer surf y descubrió que uno de los principales problemas que tenía era no poder grabar sus aventuras en las olas. Así que, tras varios meses, logró crear una cámara capaz de funcionar en el agua y sujetarse en la cabeza. Su idea fue muy novedosa y logró triunfar en el mundo de los negocios. Muchos deportistas, turistas y aficionados a los videos acogieron el grandioso diseño de Nick Woodman.

Desde el 2013, la GoPro es una de las cámaras más deseadas por las personas y Woodman se convirtió en uno de los CEOs más exitosos de Silicon Valley. 

Esta es una muestra de cómo un líder con visión tiene ideas innovadoras y la pasión para conseguir que funcionen.

Razones para desarrollar la visión

Ser un líder visionario significa establecer un plan de acción a futuro, tener metas claras, ser capaz de esforzarse por alcanzarlas y también convencer a otras personas de que se sumen al esfuerzo para alcanzar cierto propósito. 

Dentro de los beneficios de ser un líder con visión están:

• Evitar distracciones y proyectos que no contribuyan al propósito que se quiere alcanzar
• Al momento de tener un obstáculo o afrontar un problema se pueden tomar mejores decisiones.
• Unir y encaminar el esfuerzo de todos hacia una misma meta

¿Cómo ser visionario?

Para mejorar tus habilidades de líder visionario te recomendamos:

1. Establecer una meta clara. La meta debe ser compleja para que alcanzarla sea producto de mucho esfuerzo, dedicación e inteligencia, pero no debe ser imposible de alcanzar. Las metas bien definidas normalmente se cumplen en un 80 u 85%. 
2. Compartir la meta con los demás y asegurarte de que todos la entiendan de la misma manera. Comunicar el propósito a tus colaboradores y explicar qué significa alcanzarla es una parte esencial para alinear el trabajo de todos hacia el mismo lugar. 
3. Motivar a todos los involucrados y recordarles cuáles serán los beneficios de trabajar en conjunto. La motivación, entusiasmo y actitud positiva es la diferencia entre contar con un equipo comprometido y sufrir las consecuencias de un equipo desmotivado e indiferente. 

¿Cómo aplicarlo en la vida diaria?

Algunas de las acciones que se pueden hacer para desarrollar esta cualidad son las siguientes:

• Establecer claramente una meta específica tanto a mediano como a largo plazo.
• Tener en cuenta los valores y objetivos de la empresa al tomar una decisión.
• Dar a conocer a los empleados y socios qué se quiere lograr y de qué manera, de tal forma que todos trabajen en la misma dirección.
• Ser proactivo, es decir, buscar nuevas formas de hacer las mismas cosas y conocer las nuevas tendencias del mercado.
• Recordar constantemente, tanto a sí mismo como a los demás, la meta de la empresa y concretar qué significado tiene.

Obstáculos de la vida diaria

La vida cotidiana representa un reto para los líderes con visión, pues todo está en constante cambio y los recursos con los que se cuenta en un momento determinado pueden cambiar. Además, para desarrollar la visión se pueden encontrar los siguientes obstáculos:

• Los objetivos o metas pueden cambiar. Si se plantean metas a largo plazo. al pasar el tiempo estas pueden ya no ser tan relevantes. Por lo tanto, al establecer metas hay que ser muy conscientes de que es algo verdaderamente deseable. 
• Algunas situaciones inesperadas se pueden presentar y detener los planes. Muchas veces hay sucesos inesperados que complican la visión establecida, por ejemplo la pandemia u otro tipo de catástrofes naturales. 
• Los beneficios por llegar a una meta pueden no ser los esperados. Algunas veces alcanzar una meta puede no ser tan gratificante como se esperaba, lo cual suele ser desalentador. 
• Los objetivos a largo plazo requieren mucho esfuerzo y dedicación. Tener una meta a largo plazo implica trabajo constante y pocas recompensas inmediatas, por lo cual mantener la motivación es un reto. 
• La meta propuesta puede ser más compleja de lo esperado. A pesar de dedicar mucha energía en una meta, puede ser que los resultados no sean los esperados o que no se esté avanzando con tanto éxito como se deseaba. 

Recomendaciones para profundizar: libros o expertos

Liderazgo visionario: El arte de convertir la visión en realidad. Los doctores Jesús A., Sampedro Hidalgo y Arnoldo A. Arana presentan algunas propuestas para que el liderazgo visionario sea puesto en práctica y ayude a alcanzar cualquier meta. Los autores describen cómo articular una visión, establecer una estrategia, comunicar las ideas y contagiar el deseo para trabajar por esta.

Este libro es una guía práctica muy útil para cualquier persona que comience a fabricar una idea y también para aquellos emprendedores que necesiten acompañamiento en el camino de la planeación y dirección de una empresa. 

Visión de futuro: Cómo tomamos las decisiones que más importan. Steven Johnson asegura que uno de los principales problemas de hoy en día es que la mayoría de las personas no establece metas a largo plazo. Por ello, brinda herramientas pata mejorar en la toma de decisiones recalcando aquello que nuestras decisiones traerán a largo plazo. Steven Johnson comparte en este libro varias estrategias utilizadas por los directivos y diplomáticos más visionarios del mundo. 

Ten en mente que la visión de un líder es la meta que desea alcanzar, pero también es la brújula que ayuda a establecer qué hacer y cómo enfrentar los problemas que se presenten en el camino.